ENTREVISTA AL PERIODISTA NORUEGO JAN MOLVEN MOBERG, CREADOR DE SUPPORTEVA.COM, PLATAFORMA DE APOYO A EVA GABRIELSSON, VIUDA DE STIEG LARSSON
Por José Roversi
El periodista noruego Jan Molven Moberg se encontró un día viendo un documental emitido por la televisión sueca. En él se profundizaba sobre el extraño caso de la viuda de Stieg Larsson, la arquitecto Eva Gabrielsson...
“Es todo una inmensa ironía. Eva acompañó a Stieg Larsson durante treinta y dos años. No sólo fue su compañera sentimental. Fue su compañera de luchas políticas y creativas. Con él vivió el miedo, las amenazas y la persecución de los grupos extremistas de derecha que lo asediaron durante años. Su contribución a la publicación de los libros de Stieg fue tanto intelectual como material: provenían de sus esfuerzos creativos y también de su trabajo como arquitecto”.
Stieg Larsson murió en 2004 a los cincuenta años de edad, sin poder siquiera sospechar el fenómeno cultural y comercial en el que se convertirían sus libros. El escritor y periodista era joven, no pensaba morir, por lo que no había redactado un testamento. Eva Gabrielsson quedó despojada del trabajo propio y del de su compañero; despojada de cualquier derecho económico a unos ingresos calculados en unos diez millones de euros.
“Eva y Stieg nunca se casaron. La propia circunstancia del activismo político de Stieg, las constantes amenazas contra su vida, el estar en la mira de los grupos de extrema derecha de su país, le impusieron no involucrar a Eva más de lo necesario, exponerla mas de lo que ya que estaba”.
Suecia es uno de los países con los mayores índices de desarrollo humano del mundo. La suya es una de las democracias modélicas de nuestra corta y demasiado humana historia. ¿Cómo pudo ocurrir esto en un país así? ¿Es la sueca una sociedad con un sistema jurídico machista en pleno siglo XXI?
“La ley sueca, hasta el momento, ha mantenido la tesis de que al no estar casados o tener hijos y no existir un testamento de por medio, Eva Gabrielsson no tiene derecho absolutamente a nada. Los derechos de la obra de Stieg corresponden a su padre y su hermano”.
Pero la ironía de la que habla Jan Molven Moberg no termina Allí. En realidad no hace sino empezar. Stieg Larsson no tenía ninguna relación con su padre y su hermano. No la tuvo nunca. Fue criado por sus abuelos cerca de Umeå, Provincia de Västerbotten y llevó una vida completamente desvinculada de su familia nuclear. Para él, eran completos extraños.
Eva Gabrielsson se encontró, de la noche a la mañana, con un mundo al revés; viuda, expuesta a los mismos peligros y tensiones de siempre y repentinamente desheredada por una ley que, en teoría, estaba diseñada para protegerla. Procedía, entonces, una acción legal para validar sus derechos y hacer justicia. Pero la justicia, para hacerse, debe pagarse primero. También en Suecia.
“Si quería ir a los tribunales y defender su causa, Eva iba a tener que pagar enormes facturas legales. Lo que tenía por delante era muy complicado, muy difícil”.
El calmado, metódico y medidísimo discurso de Jan Movel Moberg empieza a cobrar intensidad al relatar el obvio peligro que subyace en el caso de esta persona contemporánea, adulta y autosuficiente. Una persona que es una mujer: “Resulta irónico que en un país como Suecia pueda ocurrir esto. Es innegable que hay visos de machismo en este caso. El peligro es grande. Podría ocurrir en cualquier país, a cualquier persona, en cualquier momento. También en Noruega”
No puedo dejar de pensar que el caso de Eva Gabrielsson se trata de mucho mas que Suecia, la ley o la literatura: se trata realmente de la diferencia entre lo simplemente legal y lo moralmente justo. Se trata del juicio humano y de su fragilidad. Se trata de todos nosotros.
“No podía creerlo”- dice Jan Movel Moberg rememorando el inicio de lo que para él ha sido una clara encruicijada en la vida – “Algo debía hacerse. Pensamos que era necesario crear una plataforma de apoyo a Eva. Con la ayuda de otras personas como yo, que no eran activistas sociales ni mucho menos, sino personas con historias diferentes alarmadas por lo que estaba ocurriendo se creó Supporteva.com, un portal con una doble misión: ayudar a recaudar fondos para la defensa de Eva Gabrielsson e informar de la terrible injusticia que se está cometiendo”.
La idea ha prosperado. Cada vez son mas los que se suman a ella. La forma de proponer a los posibles donantes sus contribuciones es original y sencilla: “Si estás molesto, dona 2, 50 € por cada libro o película relacionados al trabajo de Stieg Larsson y Eva Gabrielsson del que hayas disfrutado”.
“La respuesta de la gente ha sido estupenda. En el poco tiempo que tiene Supporteva.com hemos recaudado mas de 12.000 €. Los mensajes de apoyo y solidaridad son innumerables. Gente de el mundo entero a querido hacer llegar su palabra solidaria a Eva”.
Stieg Larsson y Eva Gabrielsson fueron feministas convencidos. No es de extrañar, entonces, que la cada vez mas pública corriente “neo-machista”, esa que disfraza sus verdaderas intenciones (la vuelta a la subordinación de la mujer) sobre interminables y maniqueos ejercicios de argumentación bizantina, hayan lanzado sus dardos contra Eva. La acusan de “ir por el dinero”; de ser una ambiciosa, una materialista.
“Es ridículo”, asegura Jan Molven Moberg: “Conozco a Eva. Hemos conversado y compartido. Es una persona sencilla, sincera. Su lucha no es por el dinero; es por que se haga justicia; es para que esto no le ocurra a nadie mas. Y nosotros estamos para ayudarla a conseguirlo. Nos sentimos muy optimistas”.
Esta historia no hace sino ganar en intensidad. La adaptación cinematográfica de la primera entrega de la trilogía de Stieg Larsson sugiere que el fenómeno (también económico) no hará sino crecer. Se rumora que los estudios que han asumido la producción de la serie Millenium han intentado llegar a un acuerdo con Eva Gabrielsson... Un indicio de que su estatus como legítima heredera de Stieg es innegable, obvio, definitivo.
Hay un dato revelador sobre la esencia machista de nuestras sociedades contemporáneas: el primer libro de la serie Millenium, de Stieg Larsson, se titula originalmente: “Män som hatar kvinnor”. Literalmente: “Los hombres que Odian a las Mujeres”. Fuera de Suecia y en un intento pasteurizador se le ha titulado: “Los Hombres Que no amaban a las mujeres”.
¿Cambiando palabras cambiamos realidades?
Fue un gran placer y una oportunidad interesantísima conversar con Jan Molven Moberg, un hombre que decidió combatir la injusticia allí donde la vio, desde su trinchera y con sus propias herramientas.
Esta entrevista fue conducida telefónicamente la última semana de enero de 2010.
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I N T E R V I E W S
Friday, 19 February 2010
NEO-MACHISMO A LA SUECA: EL EXTRAÑO CASO DE LA VIUDA DE STIEG LARSSON
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