ANA Y LOS CRUDIVEGANOS: UNA CONVERSACIÓN CON LA ESCRITORA ANA MORENO, AUTORA DE "DIARIO DE UNA VEGETARIANA" Y "LA DIETA ORIGINAL" Por José Roversi
Nuestra búsqueda de un tipo de alimentación que nos brindara un mayor grado de realización física y espiritual nos ha presentado gente y circunstancias interesantísimas. Una de ellas ha sido el documental Que Crudo lo Tenemos del periodista malagueño Pablo Torres. El trabajo de Pablo, además de una experiencia audiovisual y humana fuera de lo común, nos trajo una inesperada y agradable sorpresa: la joven escritora Ana Moreno, una de esas personas que, proponiéndoselo o no, crea tendencias gracias a una rara mezcla de talento, idealismo y encanto personal. Autora de mas de quince libros sobre vegetarianismo y crudiveganismo, decidida emprendedora del 2.0 y amante de los gatos...
Después de miles de años de evolución parece que no hemos aprendido a comer. ¿Por qué comemos como comemos? ¿Por qué los animales, por instinto, son capaces de reconocer de inmediato lo que necesitan comer y lo que no y en cambio nosotros insistimos en consumir alimentos que nos hacen daño?
Bajo mi punto de vista, hay una parte del desarrollo humano que nos proponen que tiene que ver con “atontar a la especie”, hacerla débil y floja. Por ejemplo, un americano, el “modelo a seguir para occidente”, va a todas partes sentado en el coche, que además es automático, climatizado con aire acondicionado o calefacción, no pasa frío ni calor, no se cansa, no tiene ni que mover el brazo para cambiar las marchas… Pasar frío y calor, o cansarse, es algo muy necesario y útil para la salud. Si extrapolamos este sencillo ejemplo de lo micro a lo macro, nos damos cuenta que al buscar las comodidades hasta el extremo, nos hemos apartado tanto de la esencia del ser humano, que ya no sabemos si tenemos hambre o no, si lo que sentimos es sed, si comemos porque toca, si tenemos el paladar atrofiado para sabores sencillos, etc. Nos hemos apartado tanto de nuestra esencia que no sabemos lo que es el instinto, lo hacemos todo como robots, porque toca; o como una especie atontada, para calmar la ansiedad, llenar un vacío, por aburrimiento…
Das una notable importancia a la desintoxicación: tienes un programa de una semana y uno de dos. ¿Cuales son los beneficios prácticos de seguir estos programas? ¿Cómo afecta nuestro día a día? ¿Son experiencias muy exigentes?
El principal beneficio de la desintoxicación es volver a conectarse con uno mismo, volver a sentir hambre de verdad, aprender a comer, a disfrutar de sabores sencillos, de sus olores, de su textura… Al eliminar tóxicos y reconectarse se duerme y se descansa apropiadamente, mejora el humor, la alegría y las ganas de vivir, es soltar un lastre que nos pesa, que nos va matando poco a poco sin que nos demos cuenta. No son experiencias muy exigentes porque, tal y como yo enfoco los programas de depuración, no se pasa hambre, dado que no hay límite de cantidad. Sí exige un compromiso porque hay que comer lo que se marca, y no otros alimentos, y para ello hay que ser disciplinado, sobre todo si se trabaja fuera de casa. El caso es que estos programas ya los han seguido muchas personas y los han hecho perfectamente y con alegría, sin saltarse nada. Se siente uno tan bien cuando lo está haciendo, que se engancha. De hecho ha habido gente que me ha preguntado si lo podía alargar a 1 mes…
De acuerdo al último estudio (2009) sobre el impacto de comer carne sobre nuestra salud realizado por investigadores del National Cancer Institute de los EEUU, sobre una muestra de 523.000 personas a lo largo de diez años, resulta que de hecho SI que es sumamente nocivo incluirla en la dieta. Sin embargo, muchos nutricionistas insisten en que, moderadamente, no sólo es saludable sino necesaria para mantener una buena salud. ¿Tu qué opinas Ana?
No hay nada que tenga la carne que no se pueda encontrar en otros alimentos, nada. Por tanto, ¿para qué la iba a comer? Me extraña que un nutricionista, que sabe la composición de los alimentos, la recomiende, sabiendo que todos sus nutrientes se pueden encontrar en otros alimentos no cárnicos, que además no llevan asociados sus efectos perjudiciales, y para cuyo consumo no es preciso matar a un pobre animal que no tiene culpa de nada…
A raíz del cambio en nuestra forma de comer me he encontrado con un fenómeno que antes, por razones obvias, desconocía: que los vegetarianos enfrentan una cantidad muy grande de inconvenientes a la hora de llevar una vida normal fuera de la seguridad de la propia casa, de la propia cocina. Socializar también te presenta distintos retos. Incluso en formularios de solicitud de empleo he notado que a menudo se inquiere si el postulante es vegetariano. ¿Cómo ves este tema? ¿Cómo lo has enfocado? ¿Qué recomiendas a los nuevos vegetarianos?
Me hace gracia porque yo misma he puesto alguna oferta de empleo preguntando si el postulante era vegetariano, pero como un plus, no como un contra. Hoy en día es mucho más sencillo que hace 20 años, cuando yo empecé. De hecho ahora hasta puede que esté un poco de moda, y eso ayuda. Siempre digo que la vida es tan sencilla o tan complicada como uno la quiera hacer. No veo inconveniente en hacer 2 comidas diarias: desayuno y cena, y a medio día, si estás en el trabajo o en un ambiente imposible para el vegetariano, tomar fruta, frutos secos, frutas desecadas o una ensalada verde. Si tienes alguna reunión de compromiso a la hora del almuerzo, siempre puedes pedir una ensalada de pollo sin pollo en cualquier sitio, llevarte la comida de casa, o buscar alguna solución ingeniosa.
Durante nuestra larga búsqueda de una forma de comer que resultase saludable nos encontramos con el tema de las cocciones, uno sobre el que sabemos muy poco normalmente. Parecería que lo mejor es no cocer los alimentos. Sin embargo, para muchas personas resulta un esfuerzo demasiado grande ¿Cuales son las cocciones que es preferible adoptar y por qué? ¿Cuales son las que debemos evitar definitivamente y por qué? y ¿Podemos ser crudívoros sin renunciar al placer de comer?
Desde que como principalmente crudivegano es cuando más placer estoy experimentando al comer. Es algo difícil de explicar que sólo podrías comprobarlo si lo pruebas. Los sabores son tan puros, tan sencillos, tan auténticos… se siente uno tan bien cuando los sabe apreciar, realmente es muy liberador. He visto gente a mi alrededor, que ponía sal a todo antes de probarlo, y que al empezar a comer crudo, sin darse cuenta, se han olvidado de la sal y han dejado de usarla, por poner un ejemplo. El calor destruye propiedades en los alimentos, así que cuanto menos de caliente estos, mejor. La cocción al vapor o el escaldado suave serían las formas de cocción más apropiadas, las que más desaconsejo son los fritos y los horneados.
Eres la autora de muchos libros. Te quiero preguntar por dos en particular: La Dieta Original y Diario de Una Vegetariana.
“La Dieta Original” es mi primer libro como crudivegana, al que le sigue “Crudo en la Nevera”; creo que es una buena base para empezar con los crudos pues el enfoque versa sobre crudiveganismo para desintoxicarse, y establece hábitos saludables desde esta óptica. Se puede comer crudivegano y tener una alimentación muy densa, aunque parezca mentira, y de hecho es un error muy frecuente en muchos nuevos crudistas. Por ello, comenzar sentando las bases de una alimentación cruda ligera creo que es una buena idea para asegurarse el éxito en el seguimiento de esta filosofía alimentaria.
“Diario de una Vegetariana” es un libro que escribí para reírme y para que los que lo lean se rían. Son historias reales, propias y ajenas, que te pasan cuando eres vegetariano. Están todas tratadas con humor y con el deseo de desdramatizar situaciones y reírse de uno mismo. Es el día a día de una vegetariana que lo es desde hace 20 años, con situaciones de todo tipo: viajes, amor, trabajo, enfermedad…
¿Qué ha significado para ti el convertirte en crudivegana? ¿Cómo ha cambiado tu vida?
Me siento más auténtica, más yo, es como que me he encontrado a mi misma. ¿Sabes cuando encuentras algo que parece que has sido tu siempre, pero que no lo sabías? Es cuando realmente me siento bien, feliz, sana, ágil, despierta, descansada, con mejores sentimientos, más… ¿cómo lo diría? … más pura. Mi novio me ha visto tan feliz y tan bien, que me ha copiado, así que en casa es sencillísimo. A mis amistades y familiares les parece fenomenal también, porque me ven mejor que nunca. Creo que la gente me entiende mejor ahora que como crudo que cuando les dije hace años que era vegetariana, el argumento de que los alimentos crudos son más sanos es muy entendible para todo el mundo y, como la carne cruda suele resultar “asquerosa”, todo el mundo entiende que sea cruda y vegetariana.
Un millón de gracias Ana y mucho éxito con tu obra.
Muchas gracias a ti, me han gustado mucho tus preguntas. Abrazos.
Estudio Cancer National Institute marzo 2009:
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